Miles de mujeres en todo el mundo reciben a su bebé según sus costumbres y tradiciones, ¡te damos unos cuantos ejemplos!
En el continente africano, debido a las diferencias socioeconómicas y la falta de medios, no todas las mujeres pueden parir en un hospital y es raro que les pongan epidural. En las zonas rurales más pobres, los partos se realizan en las casas, asistidos por parteras con experiencia y familiares, y el hombre no participa.
En los países de religión musulmana, en cuanto el bebé llega al mundo, los padres le cantan versos del Corán y durante el parto, las mujeres gritan y repiten letanías religiosas durante la dilatación y el alumbramiento. Tienen un gran sentido del pudor por lo que sentirse mal si el médico las ve desnudas.
En países orientales, en las ciudades los bebés nacen en hospitales con gran tecnología, pero en las zonas rurales, igual usan parteras y lo hacen en sus propias casas. Aunque a diferencia de otros lugares, las mujeres son poco expresivas y resisten mucho el dolor. Parecen distantes con su bebé, pero su cultura considera que debe permanecer en reposo para poder recuperarse, por lo que los cuidados del recién nacido los asume otro miembro de la familia para que ella descanse. En su cultura, al menos durante un mes, la nueva mamá no debe salir de casa y procurar moverse lo menos posible.
En algunos países nórdicos, los partos son en casa, atendidos por una matrona cualificada y si todo transcurre con normalidad, la mujer no tiene que acudir a ningún hospital. En todo momento la mujer está acompañada por las personas que ellas decide, incluso por los niños que haya en la familia y por lo regular, no se emplea ningún tipo de analgesia farmacológica, pero sí se recurre a otras técnicas como la relajación, control de respiración, música y masajes.
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