La respuesta es simple, según una Asociación Canina en México, los meses de diciembre y febrero reportan mayor índice de abandono de animales en la calle y en asociaciones donde acogen a estos perros para buscarles un nuevo hogar, de los cuales el 30% de ellos llegaron de la mano de sus propios dueño que tomaron la decisión de regalar un animal a sus hijos en Navidad.
Una mascota, cualquiera que sea el animal que el pequeño pida, representa una responsabilidad que se debe asumir de por vida. Debe ser una decisión muy bien pensada por ambos padres, donde comúnmente uno será el que tenga mayor responsabilidad en sus cuidados como comida, vacunas y paseos. Los adultos son los encargados de que el pequeño entienda que tener un perro o un gato en casa es una decisión importante y no se trata de un regalo cualquiera, sino que va a implicar nuevos cambios y responsabilidades en el hogar, en los que los niños también se tienen que participar. Toda la familia deberá dedicar tiempo, esfuerzo y dinero para atender al animal. Tener siempre presente que la rutina familiar cambiará ya que hay lugares donde no pueden llevarlos o vacaciones donde tienen que contemplar quién lo cuidará.
Aunque está comprobado que las mascotas brindan grandes beneficios al desarrollo de los niños, es importante considerar si están preparados para ello y además, considerar la mejor opción de mascota según el estilo de vida de todos los integrantes, es decir, si quieren un perro, saber que necesita más tiempo de paseo que un gato o el tamaño de la casa para elegir la que mejor se adapte al espacio con el que se cuenta.
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