Hace una semanas, se hizo conocido un video de un bebé acostado sobre la panza de su perro, un tierno pit bull gris que lejos de mostrarse molesto, el animal intentó no moverse para evitar que el niño cayera sobre el sillón y lo lamió en muestra de afecto.
Según varios comentarios de usuarios reafirman que la relación que se puede tener entre un pequeño y su mascota es profunda e imposible de romper.
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