lunes, 19 de diciembre de 2016

Incompatibilidad sanguínea, un riesgo que se puede prevenir

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, el 15% de las mujeres embarazadas presentan alguna complicación potencialmente mortal, para ellas o su hijo, la cual requiere atención médica calificada para lograr que el embarazo curse perfecto y en el parto no haya ninguna complicación. Condiciones como eritroblastosis fetal y la enfermedad hemolítica, son provocadas por incompatibilidad entre los grupos sanguíneos de la madre e hijo, y en las que el pequeño es quien lleva la peor parte. Esto sucede cuando el sistema inmunológico de la madre considera a las células sanguíneas del bebé como “extrañas” y  crea anticuerpos para destruirlas, como si fuera una infección por baterias o virus en el organismo, lo que puede llevar a anemia,  lesiones cerebrales y la muerte del pequeño. La buena noticia es que esto se puede prevenir con un sencillo examen llamado prueba de Coombs o prueba de antiglobulina.

 

Esta prueba no requiere preparación previa y sólo se necesita una toma de sangre que se extrae de una vena, por lo general de la parte interior del codo o del dorso de la mano, la cual se manda al laboratorio donde se evalúa para saber si existen conglomerados de glóbulos rojos o si algunos de éstos lucen anormales o destruidos; lo habitual es que no exista aglutinación.

 

Afortunadamente, la incompatibilidad sanguínea entre madre e hijo es prevenible gracias a los avances médicos y si la futura madre posee el factor Rh-negativo, se le administra globulina hiperinmune Rh, medicamento derivado de la sangre especialmente desarrollado para prevenir que los anticuerpos reaccionen contra células Rh-positivas del feto. Muchas mujeres reciben una nueva dosis de esta sustancia aproximadamente a la semana 28 del embarazo, así como dentro de las primeras 72 horas después del parto.

 






Lee el articulo completo en: Padres e Hijos México
via http://www.padresehijos.com.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario