El sentirse mareado durante algún trayecto largo (o no tanto) dentro del coche es una sensación que experimentan muchos pequeños, llegando incluso a vomitar.
Según estudios, no afecta normalmente a menores de dos años, pero a partir de esa edad la sensibilidad a marearse suele aparecer o ir incrementándose hasta más o menos los 12 años. Por ello, los expertos recomiendan los siguientes tips para evitarlo:
En viajes cortos es mejor que el niño no coma nada antes; si es largo es preferible que tome algo ligero.
Evitar hacer actividades que le obliguen a fijar la vista en un objeto cercano, como leer o jugar a videojuegos durante el viaje. Lo ideal es que miren hacia adelante objetos lejanos. Realizar juegos como señalar lo que hay en el paisaje, los colores de los coches, las montañas, cantar, son la mejor opción.
Es bueno que tomen una siesta. Hay que animar al niño a que se duerma, ya que durante el sueño no aparecen los mareos.
Tener una buena ventilación del coche, así como evitar los olores fuertes como los de los camiones y por supuesto, también evitar el humo del tabaco.
Hacer varias paradas durante los trayectos, sobre todo si es un viaje largo.
Llevar siempre una bolsa para evitar algún accidente.
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