La principal función de las trompas de Falopio es trasladar el óvulo desde los ovarios hacia el útero y guiar a los espermatozoides para la concepción. Para anular esta función y esterilizar de manera definitiva a la mujer, se realiza un procedimiento en el que éstas se ligan, cortan u obstruyen para evitar que se dé un embarazo.
Como cualquier procedimiento quirúrgico, la ligadura de trompas implica algunos riesgos como infecciones, hemorragias, reacciones negativas a los anestésicos, entre otros. Y en algunas mujeres se presentan efectos secundarios como trastornos menstruales, alteración en la intensidad y frecuencia de los cólicos menstruales, mal funcionamiento de los ovarios y la producción de embarazos ectópicos (embarazos fuera del útero) y la necesidad de remover quirúrgicamente el útero por complicaciones posteriores a la cirugía.
Y aunque al principio la mujer pueda sentir alivio al haberse sometido a una solución definitiva, algunos estudios demuestran que muchas experimentan un gran estrés que repercute en las relaciones sexuales con su pareja y hasta depresión.
Por otro lado, es uno de los mejores métodos de control de la natalidad, ya que tiene una efectividad alta, lo que significa que de cada 100 mujeres que se la practican, una quedará embarazada al año.
Si estás decidida a planificar tu familia por medio de esta opción, platica con tu médico sobre cualquier duda o temor.
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