Aunque parezcan términos médicos muy complicados, un parto eutócico se refiere a un parto normal, en el que todo se da de forma espontánea, sin necesidad de intervención médica. Por otro lado, el parto distócico, requiere de intervención médica y algunas de las causas que provocan son una desproporción entre la cabeza del bebé y la pelvis materna, problemas anatómicos en útero o alteración de las contracciones uterinas.
Según los especialistas, existen algunas medidas para que pueden ayudar a prevenirlo y disminuir la incidencia de partos difíciles:
Contracciones de parto
Es normal que los dolores del parto duren horas o días sin que se observe una dilatación apreciable del cuello uterino. Pero si la futura mamá observa alguna alteración en el ritmo o frecuencia de las contracciones, deberá informar a su médico inmediatamente.
Cambiar de postura
Que la mujer tenga libertad de moverse o caminar durante la labor de parto ayuda no sólo a aliviar el dolor, también permite que el feto se coloque bien para salir.
Apoyo de la pareja
Es básico desde el inicio y durante la fase activa del parto. Contar con la pareja es muy importante para transmitir calma a la furura mamá. Estando tranquila, es mucho más probable que todo salga bien.
Cuidado con el bloqueo
Si los médicos detectan algún tipo complicación en la salida del pequeño o en la fase más avanzada del parto, los anestesistas deben reducir el bloqueo para facilitar el parto y alumbramiento.
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