Para la mayoría de las personas que viven en pareja, el tener una vida sexual activa es clave para “mantenerse feliz”, pero un estudio científico confima que es mejor tener una mejor intimidad y tiempo de calidad en cada relación.
Para llegar a esa conclusión, la Universidad Carnegie Mellon reclutó a 64 matrimonios heterosexuales adultos, y se les preguntó acerca de la frecuencia de su vida sexual, el placer que conseguían de ellos y el nivel de felicidad general que ellos percibían en su vida diaria. Después les pidió que mitad de las parejas continuarán sus vidas como usualmente lo hacían, al resto, que aumentaron la frecuencia de prácticas sexuales al doble (es decir, si tenían sexo una vez al mes, hacerlo dos veces; tres veces a la semana, seis veces) y durante toda la investigación, los participantes realizaron diario un cuestionario en línea para conocer así la calidad de la práctica sexual así como de sus estados de ánimo. El experimento descubrió que el grupo experimental realmente logró doblar la frecuencia sexual y sorprendentemente, este hecho no aumentó la felicidad de los participantes, de hecho, ¡la disminuyó! Así que la conclusión a la que llegaron es que si nos concentrarnos en la calidad, y no tanto en la cantidad, podemos mejorar la felicidad en pareja.
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