Algunos investigadores descubrieron que las máquinas pueden “oler” el cáncer de mama y que son tan eficaces como una mamografía. Aunque esto, no puede ser perceptible para el olfato humano, puede ser de gran ayuda en cuanto al diagnóstico.
El Dr. George Preti, en el Monell Chemical Senses Center de Filadelfia, está colaborando con el Centro de Trabajo Penn Vet Dog en un intento de enseñar a los perros para olfatear el cáncer de ovario. Lo que ha llevado a la conclusión de que el olor del aliento, sudor u orina puede revelar si se padece alguna enfermedad. Por ejemplo, la diabetes produce un aliento parecido al quitaesmalte, aunque si huele más a pescado crudo podrías tener insuficiencia hepática.
Si la orina tiene un olor a amoníaco puede ser causa de una infección de la vejiga o si el sudor huele a vinagre, puede ser esquizofrenia, si huele a pan recién horneado, es señal de tifoidea. Si al sudar olemos a carnicería, se trata de fiebre amarilla o si huele a cerveza rancia, es una infección de los ganglios linfáticos.
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