Durante los nueve meses, el útero aumenta hasta diez veces su peso y 500 veces su capacidad, el bebé va ganando peso hasta llegar hasta los tres e incluso cuatro kilos y se producen muchos cambios hormonales. Además, tu vientre sufrirá algunas sensaciones y cambios que nunca antes has sentido.
Tirones o calambres
Debido a que los músculo que sujetan el útero hacen un gran esfuerzo, sobre todo en el último trimestre de embarazo, comenzarás a sentir tirones en el bajo vientre o en la parte lateral hasta llegar a las ingles, los cuales se debe a la distensión de los músculos abdominales. El yoga puede ayudarte a estirar y flexibilizar los músculos para minimizar esta sensación; además, evita cambios de posición y movimientos bruscos.
Comezón
El estiramiento de la piel y los cambios hormonales a menudo provocan prurito gestacional, sobre todo si se tiene la piel muy seca. La mejor forma de evitarlo es mantener hidratada la piel con frecuencia o recurrir a productos cremosos. Evita rascarte y lleva prendas holgadas de algodón. Si tienes granitos al final del embarazo y también te dan comezón es una erupción cutánea durante el embarazo que es mejor que consultes con tu ginecólogo.
Endurecimiento
En la segunda mitad del embarazo, pero sobre todo en el último trimestre, podrás sentir cómo tu pancita se endurece a la altura del ombligo. Son las contracciones de Braxton Hicks, unas "falsas contracciones" que preparan el útero para la llegada del bebé.
Pataditas
Es el cambio más esperado por todas y genera gran expectativa. Estas comienzan a sentirse y verse en la semana 18 o la 20 de embarazo. Al principio puedes como tipo mariposas o burbujas. Conforme pasa el tiempo, cuando el bebé está más activo y tiene mayor desarrollo muscular, se comienzan a sentir más fuertes y se ven claros sobresaltos sobre la piel, ya que el feto presenta el reflejo prensil y de sobresalto.
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