Aunque muchas mujeres con senos pequeños dudan en la posibilidad de poder amamantar a sus pequeños, lo que es un hecho es que durante el embarazo tus senos crecen y se van preparando para esta tarea.
Así que, si tienes senos pequeños, ¡relájate y confía en tu cuerpo! ya que el tamaño no influye para nada en la lactancia materna, ya que el tener senos grandes o pequeños más bien depende del tejido graso y no de la glándula mamaria. La cantidad de leche que se produce depende de las células productoras y los conductos de leche son los mismos en todas las mujeres.
La cantidad de leche que recibe el bebé está más relacionado a sus propias necesidades y en condiciones normales, la madre va a producir la cantidad de leche que demande el bebé. Así que entre más succión haya, se producirá más cantidad de leche, mientras que si el bebé mama poco, la producción de leche será menos, reduciéndose al mismo tiempo el tamaño de los senos.
Así que, definitivamente los senos pequeños no debe ser un problema para ninguna mamá ni para el bebé en cuanto a la lactancia materna. Al contrario, en un pecho pequeño el bebé podrá succionar más fácilmente, con lo que estará mejor alimentado.
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