La mayoría de las aerolíneas no permiten viajar a mujeres con un estado avanzado de embarazo, han existido casos aislados en donde los bebés nacen en pleno vuelo. Y aunque las preocupaciones iniciales son la falta de médicos, un espacio con las condiciones necesarias para recibir a un bebé, también existe una gran interrogante sobre cuál es la nacionalidad del pequeño que nace en el aire.
Al respecto, hay factores importantes que incluyen el país al que pertenecen el padre y la madre, el país en el que está registrado el avión y también dónde nació el bebé. En estos casos, surge un principio llamado Ius sanguinis que significa “derecho de sangre” en latín, donde dice que el niño automáticamente recibirá la nacionalidad de sus padres. Pero al contrario, el principio ius soli, o “derecho del suelo”, declara que cualquier persona nacida en el territorio de un país específico será ciudadano de ese lugar. Muchos países basan sus políticas sobre nacimientos en aviones sobre estos principios. Por ejemplo, si un bebé con padres extranjeros nace en o encima de territorio de los Estados Unidos, obtendría la ciudadanía estadounidense. Pero también existe la postura que si el avión donde nace está registrado en Noruega, entonces estás en Noruega mientras estés volando en ese avión y por lo tanto, el bebé podría recibir la nacionalidad de ese país.
Así que según los expertos, se pueden dar los siguientes casos: el bebé recibirá la nacionalidad de los padres y el punto de salida del avión, el bebé recibirá la nacionalidad de los padres y el punto de llegada del avión, el bebé solamente recibirá la nacionalidad de los padres, el bebé recibirá la nacionalidad de los padres y de la aerolínea.
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