Los comentarios y miles de consejos que recibes cuando te conviertes en papá o mamá pueden generar muchos malentendidos en la pareja o llenar tu cabeza de miedos. Muchas mujeres se convierten en blanco fácil de mujeres cercanas a ellas que les dicen cómo criar a su recién nacido. Estos consejos de las abuelas, tías y la suegra siempre son con la mejor intención, pero en muchas ocasiones llegan a ser tan persistentes que nos provocan situaciones nada positivas.
Estamos seguras que todos esos consejos tienen una buena intención en cada intromisión, pero se generan debates, dudas, enfrentamientos y malestares no sólo con la madre o suegra, sino también entre la pareja. Y es que debemos entender que cuando las abuelas de nuestros hijos criaron a los suyos, la crianza era totalmente distinta, no solo por parte de la familia, sino también desde de los médicos y las escuelas. La lactancia era casi un tema tabú, para dormir los envolvían como taquitos, y ni hablemos de la alimentación complementaria que arrancaba a los 3 meses o les daban remedios caseros para el susto, empacho a edades muy tempranas.
Lo importante es tomar de buena forma sus consejos pero decirles que piensa diferente y sobre todo darle un poco más de crédito a los médicos e investigadores en los avances que se han logrado con el paso del tiempo.
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