A todos nos pasa, ¡a todos!. Y de hecho, terminamos aprendiendo los diálogos de la película favorita de nuestros peques. Es completamente normal que los niños quieran ver una y otra vez la misma historia. ¿Por qué ocurre esto?
Los expertos revelan que la causa es el funcionamiento del cerebro de los niños. Ellos están preparados para aprender habilidades prácticas y físicas mediante la repetición de patrones y las películas no están exentas a esto, ya que para ellos seguir un argumento sencillo les supone un gran esfuerzo, así que por medio de la repetición ellos van entendiendo cada vez más la historia. La repetición constante les permite desarrollar mejores habilidades cerebrales tanto lingüísticas y narrativas, así como mejora la comprensión y el aprendizaje.
Al respecto, Joan Wenter, doctora en psicología del desarrollo, afirma que “una vez que un niño ha dominado el diálogo de una película o la letra y baile de una canción, quiere celebrar su éxito participando de lo que ha visto, así que quiere continuar viéndola”. Se trata de una de las técnicas más básicas de aprendizaje, la cual es usada en la educación clásica donde las tablas de multiplicar cantadas son la mejor forma de que las dominen.
Al ver la película por primera vez, los niños muchas veces no entienden todo ya que su cerebro está preparado para aprender habilidades mediante la repetición de patrones. Y cómo seguir un argumento, aunque sea sencillo para nosotros, para ellos requiere de gran trabajo y esfuerzo. Además, cada vez entienden mejor la historia y sobre todo se sienten seguros y competentes al poder anticipar lo que sucede.
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