Aunque cada bebé es diferente y tiene un ritmo en el crecimiento muy personal, el gateo es una etapa vital en el proceso y desarrollo de todos los niños. Así que si tu peque está por cumplir el año y no tiene ni la más mínima intención de gatear, es conveniente comentarlo con su médico, puede que algo lo esté impidiendo.
Existen algunas razones por las que un bebé no quiera gatear como tener peso de más, la falta de estimulación, inmadurez en el desarrollo normal, miedos, o alguna discapacidad o problema físico como la displasia acetabular, éstos son algunos de los motivos que pueden impedir a un bebé a desplazarse. Pero sea cual sea la razón, como padres debemos ayudarle a combatirla y así como le enseñaremos a comer, vestirse o lavarse los dientes, también podemos enseñarle a gatear, y luego a caminar.
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