Por diversos estudios, ahora se sabe que cuando reímos a carcajadas se activan entre 100 y 400 músculos, se logra una mejor oxigenación, la risa es un potente analgésico natural, activa hormonas como la serotonina, la dopamina y la adrenalina, que producen una agradable sensación de bienestar y por ello es una excelente forma de combatir la depresión, la ansiedad y el estrés.
Pero ahora, psicólogos de la Université Paris Ouest Nanterre La Défense han descubierto que la risa también facilita el aprendizaje y observaron que cuando los niños ríen, aprenden mejor. Y es que las emociones positivas aumentan los niveles de dopamina a nivel cerebral, un neurotransmisor implicado en los procesos cognitivos y a nivel celular, ésta influye fundamentalmente en las neuronas de la corteza prefrontal, potenciando la excitabilidad de las mismas en las capas más profundas, lo cual estimula el aprendizaje y facilita los procesos cognitivos.
Además, un estudio realizado en la Sam Houston State University descubrió que los estudiantes recordaban mejor los datos en una lectura cuando el profesor incluía bromas relacionadas con el tema, comprobando que la risa también mejora la atención.
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