Abbey y Robert son una pareja que enfrentaron una de las decisiones más difíciles de su vida: optaron por dar a luz a su bebé con una extraña enfermedad que le impediría desarrollarse, pero con el objetivo de donar sus órganos para ayudar a otros bebés enfermos.
Fue en la semana 19 cuando su médico les informó que la bebé padecía de anencefalia, una enfermedad que provoca que el bebé nazca sin cerebro, cráneo, ni cuero cabelludo, por lo que no podría desarrollarse ni vivir por mucho tiempo.
Cuando supieron esto, Abbey y Robert tomaron una dura decisión: continuar con el embarazo hasta el final, conocer a su bebé y prolongar su vida ayudando a otros peques enfermos.
Annie nació y solamente vivió 15 horas. A pesar de tratarse de una experiencia muy dura, Abbey no se arrepiente de su decisión: “El 95% de las mujeres habría decidido abortar, pero yo decidí no hacerlo. Tengo la suerte de tener un marido increíblemente bueno y solidario y dos hijas sanas para abrazar cuando no podía parar de llorar. Los médicos me dijeron que Annie no sufriría ningún dolor”, relata esta valiente mamá.
Como testimonio de esta experiencia, una fotógrafa captó los momentos que se experimentaron el día del parto. “Annie vivió 14 horas y 58 minutos llena de amor. Si tuvo que morir, me alegra que fuera en mis brazos”, comentó Abbye, agradecida de haber conocido a su pequeña.
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