Existen muchos alimentos saludables para los bebés, pero algunos destacan sobre otros porque están cargados de nutrientes esenciales y lo mejor es que ¡son baratos y fáciles de preparar! Así que si tu peque ya come sólidos, es bueno ofrecerle sabores nuevos y variados.
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LECHE MATERNA: La lactancia natural exclusiva durante seis meses, seguida de una alimentación complementaria apropiada, contribuye a un desarrollo físico y mental óptimos.
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CAMOTE: Están cargados de vitaminas del complejo B (B6), C y E, y además contienen calcio, manganeso, cobre, potasio, hierro y son ricos en betacarotenos y antioxidantes, además de hidratos de carbono complejos y fibra, ¡para una buena digestión!
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AGUACATE: Según estudios, la composición de la grasa que contiene es en cierto modo semejante a la de la leche materna. Su tipo de grasa ayuda al desarrollo de su cerebro. Contiene vitamina E, un antioxidante que protege las células de los radicales libres; proteínas, niacina, tiamina, riboflavina, ácido fólico y zinc.
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BRÓCOLI: Contiene vitamina C, hierro, calcio, folato, fibra y proteína, que ayudan al adecuado crecimiento, previenen la anemia y el estreñimiento. ¡Y estimulan el sistema inmunológico!
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YOGURT: Ayuda al desarrollo de la flora bacteriana, ayudando también a combatir las bacterias perjudiciales en el intestino y fortaleciendo el sistema inmunológico. Y es rico en ácido láctico para una mejor absorción de los minerales y una mejor asimilación de las vitamina.
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LEGUMINOSAS: Mejoran la salud digestiva y cardiovascular por ser bajos en grasa. Contienen mucho hierro, lo que ayuda a prevenir anemias y son fundamentales para el desarrollo cognitivo y motor del bebé.
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AVENA: Es uno de los cereales más completos y saludables; aporta energía, vitaminas B5, B6 y E, además de minerales como hierro, selenio, calcio, manganeso y cobre.
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CARNES: Son indispensables para evitar anemias, fortalecer tejidos y el sistema inmunitario, intervenir en la formación de los glóbulos rojos y el transporte de oxígeno y fósforo, que juega un papel importante en la formación de huesos y dientes.
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ESPINACA: Tiene alto contenido de hierro y son una excelente fuente de hierro, calcio y ácido fólico, además de vitaminas A, C y E, por lo que benefician el crecimiento de los huesos y el desarrollo del cerebro.
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ARÁNDANO: Su color viene del tipo de flavonoides que contienen, llamados antocianinas, muy buenas para los ojos, el cerebro y hasta el tracto urinario del bebé.
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MANDARINAS: Las puedes incorporar a la dieta después de un año y son ricas en vitamina C y antioxidantes.
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