La cesárea programada permite tener un control y planeación casi total del parto, establecer la fecha y hora exacta, lo que muchas ayuda a que muchas mujeres se sientan menos estresadas. Cada mujer tiene la libertad de decidir cómo desea su parto y aunque muchas otras están a favor del parto natural, éstas son las razones más comunes por las que algunas prefieren tener un parto más en control.
Evitar la episiotomía
Dado que el bebé no nace a través del canal vaginal, no es necesario hacer ese pequeño corte en el perineo de la madre, el cual tiene la función de evitar que la zona sufra un desgarro. Aunque en muchos partos naturales, donde se respetan los tiempos y se favorece la salida del bebé con diferentes posturas, no es necesaria la episiotomía y no hay necesidad de puntos de sutura.
Cero contracciones
Dado que es el médico y la madre quien decide la fecha, en la mayoría de las mujeres no llegan a sentir los dolores, ya que la fecha de parto se hace mucho antes de que la labor de parto comience.
Suelo pélvico intacto
Muchas mujeres que han tenido bebés de forma natural presentan, después del parto, incontinencia urinaria o fecal y dolor pélvico, en mayor o menor grado. Aunque, muchas veces, la solución para evitarlos es muy sencilla, con ejercicios antes y después del parto, llamados de Kegel, se puede fortalecer estos músculos y prevenir este tipo de problemas.
Cabecitas más redonditas
La cesárea evita deformidades en la cabeza del bebé, ya que al no tener que pasar por el canal vaginal, su cabeza es más redondita. Aunque esa deformación es natural y está prevista por la naturaleza, al poco tiempo su cabecita tomará una forma más redondeada.
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