Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la distonía es el tercer tipo de trastorno de movimiento en la infancia y es más frecuentes de lo que se cree.
En esta condición, los músculos del bebé se ven afectados causando una posición no natural del cuerpo, la cabeza o las extremidades, además de movimientos involuntarios, reducidos o con rigidez de ciertas partes del cuerpo y tono muscular irregular. Lamentablemente, en algunos casos no se tiene la atención adecuada o se hacen diagnósticos incorrectos.
Los tipos más frecuentes durante la infancia son: la distonía del lactante, la tortícolis benigna del lactante y la llamada elevación ocular tónica paroxística del lactante, en la que el niño desvía los ojos hacia arriba, mirando al techo.
¿Que la provoca?
En cuanto a su origen, este padecimiento puede deberse a defectos genéticos u otras patologías como la parálisis cerebral, el retraso mental, la epilepsia, la esclerosis múltiple, reacciones a medicamentos o trastornos metabólicos, que en algunos casos son enfermedades que necesitan tratamiento de por vida.
Si notas en tu peque tiene movimientos musculares involuntarios, consulta inmediatamente a tu pediatra, ya que aunque este trastorno habitualmente desaparece tras unos meses sin dejar secuelas, existen casos en que se prolongan hasta la edad adulta.
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