Cuando papá se convierte en amo de casa

Conforme pasa el tiempo, los roles sociales se han ido transformando y ahora podemos encontrar estilos de vida que nuestras abuelitas jamás hubieran imaginado. Uno ellos es el de papá como amo de casa… y cada día hay más.

 

Por muchos años han sido las madres las encargadas del hogar y la más cercanas a los hijos, mientras que el padre era el que salía todas las mañanas a trabajar para mantener a la familia y regresar hasta en la noche. Y hasta para algunos niños, papá era un completo desconocido.

 

Este rol se mantuvo por mucho tiempo debido a los pensamientos negativos que despertaba un hombre, llamado mandilón, si se encargaba de quehaceres del hogar. Mientras que a la mujer se le tenía por descuidada debido al “abandono” de sus hijos para irse a trabajar.

 

Ahora que vivimos en una sociedad más abierta y tolerante, los padres tienen mayor libertad para decidir si quieren dedicarse al hogar y por lo mismo, las mujeres pueden optar para salir a trabajar y ser las proveedoras.

 

Con el paso del tiempo, los hombres han demostrado ser realmente capaces de atender las distintas necesidades de un hogar, tales como cambiarle el pañal a un bebé, cocinar, ir de compras o hacer la limpieza de toda la casa.

 

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Los factores para que un papá se convierta en amo de casa pueden ser muchos: porque la mujer tiene una mejor oportunidad de crecimiento laboral, porque está pasando por una etapa de desempleo o porque están decididos a no perderse la etapa infantil de sus pequeños.

 

Sea cual sea la razón, ser amo de casa puede ser muy beneficioso para toda la familia: papá puede crear un maravilloso vínculo de confianza con sus hijos; mamá puede crecer profesionalmente y además se reducen los estereotipos sociales que limitan las preferencias de hombres y mujeres.

 

Ser amo de casa, como verás, puede ser muy enriquecedor para una pareja y su familia.  

 

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