jueves, 23 de junio de 2016

A veces siento que soy invisible…

A veces siento que soy invisible y hago lo que está en mi mano para que me veas, me oigas y me muestres que te importo.

Prestar atención a nuestros hijos exige autocontrol cognoscitivo y emocional de nuestra parte. Escucharles, mirarles y entender lo que necesitan en ese momento requiere nuestra conciencia plena. Dejar de hacer otras cosas y concentrarnos en ese momento y en esa persona. Y dejar los otros temas aparte. Dar un sí o un no a nuestro hijo mientras se contesta al whattsup no es escuchar.  Esto ayuda a que nuestros hijos, a pesar de quererlos con toda el ama, se sientan en ocasiones invisibles ante nuestros ojos.

Ellos interpretan, mal muchas veces, y buscan estrategias para llamar nuestra atención. Puede ser a través de la agresividad, de la pasividad, de la insensibilidad… Acuérdate de lo importante que era para ti cuando eras pequeño la atención de tus padres, sentirte querido y conectado a ellos. Eso no ha cambiado.

La necesidad es la misma pero el escenario, la presión, las exigencias son diferentes. Tengamoslo en cuenta para que cuando todo cambie fuera de casa, nuestro hogar sea un sitio donde puedan ser ellos mismos, sin mascaras, sin necesidad de estrategias que busquen algo que se han ganado por derecho: nuestro atención honesta.

Elena Roger Gamir
Pedagoga – Solohijos

 



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