En México, cada año se detectan entre 100 y 150 nuevos casos de osteosarcoma, el cáncer más frecuente en niños y adolescentes, de acuerdo con el ortopedista oncólogo del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, Ramón Bague Vázquez.
Este tipo de cáncer es difícil de diagnosticar y más aún de conocer su origen o qué lo causa, indica el especialista. Sin embargo, se sabe perfectamente que afecta más los huesos cercanos a la rodilla, el fémur y el húmero, cuyo principal síntoma o manifestación en los niños es la inflamación y dolor en la parte afectada, dificultad para caminar, cambios de coloración y aumento en el tamaño de las venas.
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La detección temprana del osteosarcoma es primordial para lograr un tratamiento, lo cual por lo general se llega a realizar después de que un niño recibe algún golpe en la parte afectada y presenta dicha sintomatología.
Para determinar su tratamiento, los especialistas deben confirmar su diagnóstico mediante una radiografía y resonancia magnética de la extremidad afectada, además debe practicarse una tomografía de pulmón porque también daña esta zona y llega a ocasionar metástasis. Posteriormente, se lleva a cabo una una cirugía para retirar el tumor y se aplica quimioterapia.
Este cáncer de huesos afecta principalmente a niños varones, quienes presentan un mayor desarrollo a temprana edad de las extremidades. Por lo anterior, es importante que se realice el diagnóstico de este padecimiento, ya que de no realizarse a tiempo, puede causar fracturas, la pérdida de alguna de las extremidades o metástasis hacia otras partes del cuerpo. Ahora ya lo sabes, ¡debemos estar pendientes de estas señales en nuestros peques!
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