Convertirnos en mamás es maravilloso: nada se compara con la felicidad de recibir a un bebé, a pesar de que eso implique sufrir ciertas afectaciones en nuestra piel que difícilmente desaparecerán.
Sin embargo, no todo son estrías, várices y manchas en el embarazo. Durante esta etapa, nuestra piel también cambia de manera positiva. A estos cambios se les conoce como “el esplendor del embarazo” pues son realmente notorios en su aspecto físico. ¿Quieres conocerlos?
Durante el embarazo, la piel de la mujer se vuelve más tersa y luminosa, ya que las hormonas provocan una mayor producción de colágeno, haciendo que el tejido epidérmico sea más elástico. El cuerpo se prepara para albergar al bebé, aportando a la piel mayores nutrientes para que no se vea del todo afectada.
También el rostro se ve más sonrosado y luminoso debido al incremento en el volumen de la sangre en la mujer, especialmente durante el segundo trimestre de embarazo. Esta irrigación sanguínea provoca que su cutis tenga un aspecto más bello y saludable.
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La retención de líquidos es otro factor para que la piel se vea más hidratada. Estos líquidos se trasladan a los tejidos y le dan mayor luminosidad, densidad y espesor.
El cabello también se ve beneficiado con el embarazo: durante la gestación aumentan los niveles de progesterona, causando que el cabello se vea más tirante, sedoso y con más brillo, además de aumentar su volumen. Este cambio también beneficia a tus pestañas y vello.
Como podrás ver, tu cuerpo también se prepara para que te veas maravillosa. Recuerda que puedes ayudar a tu organismo alimentándote saludablemente, hidratándote y haciendo un poco de ejercicio durante tu embarazo.
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