Durante el embarazo es importante tener hábitos de vida saludables, entre ellos la alimentación e hidratación, en gran medida porque no sólo estarás comiendo por dos, sino que también debes beber suficientes líquidos para ambos.
La necesidad de beber más agua se debe en parte a que el volumen de los fluidos corporales aumenta durante el embarazo. De manera regular, una mujer requiere de 1.5 a 2 lt de agua, pero en el embarazo se debe incrementar al menos unos 300 ml más. Además, en esta etapa se reduce la sensación de sed, pero es importante consumir más líquidos para prevenir la deshidratación.
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En ese sentido, se requiere una mayor cantidad de líquidos por las siguientes razones.
Se requiere para la formación de líquido amniótico
Mantenerse bien hidratada favorece el crecimiento del bebé
Ayuda a liberar toxinas del cuerpo y a evitar infecciones y enfermedades gastrointestinales
Evitar algunas molestias del embarazo como el estreñimiento, la acidez y náuseas
Facilita el transporte de nutrientes hacia el bebé.
Una adecuada hidratación durante el embarazo también ayuda a prevenir el parto prematuro, por ello es indispensable tomar conciencia de cuántos líquidos se ingieren. Debes tener en cuenta que el consumo no sólo proviene del agua, sino también de jugos, sopas y otros alimentos hidratantes.
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