Las carriolas son realmente instrumentos muy útiles: puedes transportar a tu bebé de manera segura, llevar su pañalera, accesorios, tu bolso, y son muy bonitas y modernas. Son un artículo ideal e indispensable para facilitarnos la vida.
Algunos compramos carriolas grandes pensando que nuestro bebé irá creciendo y queremos que se sienta lo más cómodo posible. Sin embargo, esto podría perjudicar a la larga el desarrollo de nuestros hijos, ya que los hacemos “flojitos”; es decir, tanto papás como bebés nos acostumbramos a usar la carriola, tanto que perdemos la oportunidad de que ejerciten sus extremidades y coordinación en diferentes texturas de suelo.
Incluso, hay papás que usan la carriola cuando su hijo ya no cabe en ella, todo por comodidad. Y cuando un pequeño está tan acostumbrado a su carriola, hace berrinche y ni quien lo baje.
TE RECOMENDAMOS: Andadera, ¿es conveniente?
Se recomienda que un pequeño deje de usar su carriola entre los 3 y 4 años de edad, pero debe ser de una manera paulatina. Cuando tu bebé comience a caminar, lleva a los paseos su carriola, pero no lo dejes todo el tiempo dentro de ella. Cuando sea más grande, evita llevar la carriola cuando no sea tan indispensable. Y no la lleves cuando salgan y sepas que puedes prescindir de su uso.
Así, tu bebé se irá dando cuenta de que la carriola no lo acompañará todo el tiempo y que poco a poco dependerá de sí mismo para avanzar. Recuerda que estas pequeñas acciones fortalecen su salud y calidad de vida.
NO TE PIERDAS: 5 tips para que tu nene de sus primeros pasos
Lee el articulo completo en: Padres e Hijos México
via http://www.padresehijos.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario