lunes, 28 de marzo de 2016

De dónde proviene el Conejo de Pascua

Uno de los personajes más coloridos de esta temporada es el Conejo de Pascua, el cual tiene fama de esconder huevos decorados para que los niños los encuentren.

 

Sin embargo, muy pocos conocen de dónde proviene este personaje y por qué se le asocia con la Pascua. ¿Quieres saberlo? Sigue leyendo:

 

Los conejos y la fertilidad

 

Los antiguos teutones relacionaban a los conejos con la primavera, época en que todo se renueva, brotan las flores y la fauna busca procrear. Como bien se sabe, el conejo es uno de los animalitos más fértiles por excelencia.

 

A su vez, la llegada de la Pascua es muy cercana a la de la primavera, aunque llega a variar dependiendo el año lunar. Cuando el cristianismo comenzó a expandirse por Europa, se utilizó la figura del conejo para difundir esta creencia. Se cuenta que un conejo permaneció encerrado en el sepulcro junto a Jesús y pudo presenciar su resurrección. Desde entonces, tuvo la misión de proclamar el milagro de Cristo.

 

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Los huevos de Pascua

 

Como el conejo no sabía hablar, decidió pintar huevos de manera muy colorida, para que las personas los encontraran y se pusieran alegres, enterándose así de la Resurrección de Jesucristo.

 

También se dice que la costumbre de ocultar los huevos para que los niños los busquen, simboliza la persecución de Herodes para encontrar a Jesús. Otra de las interpretaciones es que este acto representa la celebración del fin del ayuno y de las otras restricciones propias de la Cuaresma.

 

Actualmente, se siguen escondiendo huevos decorados en los jardines, especialmente en Europa. En otros países se ha optado por regalar pequeños conejos y huevitos de chocolate para conmemorar las Pascuas.

 

No olvides compartir esta historia con tus pequeños junto con unos deliciosos chocolates de conejo. Seguramente les encantará.

 

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