Cuando nos mencionan la palabra vacaciones, nuestra mente nos transporta a un lugar en especial: la playa. ¿Pues a quién no le gusta relajarse unas buenas horas bajo el delicioso sol mientras se encuentra tendido en la arena y de fondo escuchar el armonioso sonido de las olas del mar?
Si para nosotros los papás, ir a la playa es una experiencia increíble, todavía más lo es para nuestros hijos. Además de divertirles nadar en el mar y construir castillos de arena, la playa tiene otros grandes beneficios para su salud y bienestar. ¿Quieres conocerlos?
El clima de la playa contiene propiedades curativas para tratar cierto tipo de enfermedades, por ejemplo el asma. La brisa del mar ayuda a limpiar los pulmones y a contrarrestar los síntomas de esta enfermedad, además de combatir cuadros de gripa y aumentar las defensas.
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Otra de las propiedades curativas de la playa son las sales marinas que ayudan a tratar diferentes tipos de dermatitis. Y si tienen alguna herida o raspón, estas sales también les ayuda para una mejor y más pronta cicatrización.
Nadar en el mar también ayuda a regular la tensión arterial, flotar en sus aguas es muy relajante y libera el estrés.
¿A tus niños les gusta enterrarse en la arena? Esto es muy bueno tanto para su piel como para su circulación y la relajación muscular.
Y por si fuera poco, la playa aumenta el apetito de los pequeños, les da vitalidad y energía.
Así que si estás planeando las próximas vacaciones con tu familia y quieres consentir a tus peques, la playa es tu mejor opción.
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