Es muy común que los niños actualmente experimenten estrés a causa del divorcio de sus padres y la forma en que reaccionan depende de su edad, personalidad y las circunstancias como se da el proceso de separación. Los pequeños comúnmente presentan signos de depresión, ansiedad, bajo aprovechamiento escolar, conflictos con la autoridad o “bullying”.
La directora del Centro de Especialización en Estudios Psicológicos de la Infancia (CEEPI), Claudia Sotelo Arias, aseguró que el 60 por ciento de los niños que acuden a consulta tienen padres divorciados, y en muchos casos son utilizados como rehenes por la madre, el padre o ambos. “Las parejas ahora se separan de forma más violenta y los usan para dañar a su ex cónyuge, los manipulan, hablan muy mal de su ex pareja en presencia de sus hijos e incluso presencian escenas de mucha agresividad que pueden llegar a los golpes”, comentó.
Cuando esto ocurre se provocan lesiones a nivel emocional que dañan la autoestima y afectan seriamente su comportamiento. La especialista mencionó que la mayoría de las parejas que llevan a sus pequeños al psicólogo tienen menos de 46 años de edad, y entre las razones de la separación son la incompatibilidad con un 36 por ciento, violencia e infidelidad, ambas con un 20 por ciento.
Además, 16 por ciento se separa debido a que uno de los dos padece adicciones, y ocho por ciento por apatía. Otros datos importantes es que la mayoría de las parejas, 52 por ciento, solo tienen un hijo, mientras 44 por ciento tienen dos y solo cuatro por ciento tiene tres o más.
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