Tener un hijo no es sólo un gran paso en tu vida, es cambiar el sentido de ella por completo, pero siempre para bien y aquí te decimos las razones con las que seguramente estarás de acuerdo.
Te vuelves más tierno, sin que te des cuenta ahora querrás llorar con las películas infantiles, el ser papá te da una sensibilidad que necesitas para proteger a tu peque.
Eres más creativo. Aflora una imaginación increíble que te hace buscar diversas formas para la crianza como el simple hecho de aprender a hacer una coleta a tu pequeña o hacer un dibujo con plastilina que tu peque te pide.
Te vuelves un mejor compañero. Te olvidas de querer estar solo, eso pasó a segundo plano, ahora quieres estar rodeado por sus manitas en tu cuello y eres el mejor compañero de juegos y diversión.
Eres todo un protector. Antes no te preocupaba estar al pendiente de nada, incluso de ti mismo. Pero con tu peque te vuelves el mejor dragón vigilante de la torre.
Más cariñoso, ¡ya no te apena que te vean mostrar cariño! Los abrazos de tu peque es lo mejor que te pasa en el día.
Más fuerte. No importa si haces ejercicio o no, siempre estás dispuesto a ayudarlo a abrir ese juguete duro o levantar lo que sea necesario para que él esté sano o feliz.
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