Una tragedia como un terremoto es algo que jamás podrá predecirse. Así ocurrió el pasado 19 de septiembre, y tal como sucedió 32 años antes en México. Aquel día, a las 7:19 de la mañana, la tierra se sacudió estrepitosamente, y derribó edificios y casas, dejando atrapado a un gran número de personas.
El sismo de 8.1 grados en la escala de Richter tuvo como epicentro el Océano Pacífico mexicano. Su duración fue de 2 minutos, tiempo suficiente para destruir lugares por completo.
De esta terrible catástrofe se conocieron historias de vidas que fueron salvadas, incluidas las de los “bebés milagro”: recién nacidos que tuvieron una segunda oportunidad a pesar de las extremas circunstancias. Entre estas historias, se encuentra la de José Francisco Rodríguez, el cual fue rescatado de entre las ruinas del Hospital Juárezcinco días después del terremoto.
Lamentablemente, su madre, Fidelina, no sobrevivió. No obstante, su tía Graciela Rodríguez, rezó durante esos difíciles días, y en medio del dolor, se encontró con la feliz noticia de que su sobrino recién nacido había sido rescatado con vida.
Después de 32 años y tras lo ocurrido el pasado 19 de septiembre, José Francisco forma parte de las filas de ayuda y rescate de las víctimas del sismo. Muchos han sido testigos de su apoyo invaluable para el rescate de los niños del colegio Enrique Rébsamen.
Este bebé milagro decidió convertirse en un héroe, y agradecer su segunda oportunidad haciendo afrenta a la adversidad y rescatando vidas, tal y como lo salvaron a él, hace 32 años.
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