Consumiendo verduras, frutas, proteínas y carbohidratos se puede mantener la generación y reparación celular y el estado energético óptimo. Para poder conseguir que los niños coman de todo, es importante involucrarlos en la compra y preparación de los alimentos, como una actividad divertida de descubrimiento de nuevos sabores y texturas. Algunas vitaminas y minerales no pueden faltar en su dieta diaria:
Vitamina C: reduce los cuadros gripales. Los puedes encontrar en kiwi, cítricos, melón, pimiento y tomate.
Vitamina A: contribuye a mantener las barreras mucosas. La encontramos en hígado, huevos, lácteos y algunas frutas como cerezas y melón.
Vitamina E: aumenta la respuesta inmunológica. Está presente en aceite de germen de trigo, de soja, cereales, pan, arroz, pasta integral, aceite de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.
Vitaminas del grupo B: Se encuentran en carnes, pescado, mariscos, huevos, cereales, legumbres, frutas y verduras de hoja verde.
Hierro: se encuentra en el hígado, carne, pescado y huevos.
Zinc y selenio: presentes en casi todos los grupos de alimentos.
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