Según explica la experta chilena Catalina Araya, directora de Educación de País Digital, aprender programación desde pequeños fomenta el desarrollo cognitivo de los niños y una serie de habilidades, como capacidad de atención, creatividad y resolución de problemas.
En Chile, se ha creado una iniciativa llamada "Clubes de Apps", que consiste en que los profesores enseñan a sus alumnos a programar a través del juego, utilizando un software en computadores o tabletas, donde los niños realizan animaciones y son capaces de programar sus propias aplicaciones móviles. Esta iniciativa no busca que los niños sean programadores, sino que desarrollen habilidades que van asociadas a la programación, como la creatividad, creación de una idea y cómo la gestionan, resolución de problemas; lo que van a tener impacto fuerte en su vida adulta.
A través de esta metodología, que inició hace tres años, actualmente se está enseñando programación en 81 colegios en ese país, permitiendo que más de mil alumnos estén aprendiendo este lenguaje. Y lo mejor es que ya se pueden ver los primeros resultados. Por ejemplo, dos alumnas de un colegio crearon una aplicación para detectar casos de bullying al interior de su escuela. Esta labor ha permitido que cada vez más estudiantes chilenos estén aprendiendo programación computacional, tal como aprenden arte o música.
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