Durante nueve meses, los bebés están en el útero, un lugar cálido, seguro y confortable, ahí oye los latidos del corazón y la voz y risa de la mamá. Y al nacer se encuentra en un ambiente que desconoce, indefenso. Pasa de un ambiente húmedo a un ambiente seco, con un descenso de temperatura. El bebé pasa por un período de exogestación en los nueve meses siguientes fuera de la panza, un proceso gradual en el cual comienza a independizarse, por ello, durante los nueve meses posteriores al embarazo es de suma importancia el contacto físico permanente con la madre.
Todos los pequeños tienen apego y hay bebés con apego seguro y otros con apego inseguro, esto depende de cómo la madre lo trate en los primeros tiempos de vida. Para Marcela Mariangeli, una mamá y psicóloga especialista en niños, existen 8 razones básicas para una crianza con apego: amor (en forma de contacto físico y alimento), respeto, empatía, confianza, seguridad, equilibrio, aceptación y tolerancia. Y la mezcla de estos 8 ingredientes son la base para un apego efectivo.
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