Los probióticos son considerados en la actualidad como uno de los principales alimentos funcionales por los beneficios que aportan a la salud. En ese sentido, ya que suelen ser adicionados a otros alimentos como los yogures, son perfectos para que los niños se beneficien de esta clase de nutrientes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los probióticos son microorganismos vivos seleccionados, bacterias benéficas que son adicionadas a los alimentos para que se incorporen a la flora intestinal, a fin de estimular las defensas y ayudar a mantener saludables a los pequeños.
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De acuerdo con lo anterior, cuando tu pequeño, ya sea bebé o mayor, consume regularmente los alimentos que contienen probióticos, tendrá una flora intestinal más saludable y por ende mejor digestión, así como mayores defensas para hacer frente a padecimientos e infecciones.
Otro de sus beneficios es que ayuda a regular o reducir los molestos cólicos que aquejan a los pequeños en sus primeros años de vida, además de ayudar a reducir o prevenir síntomas de padecimientos como diarrea infecciosa, síndrome de intestino irritable, reduce la intolerancia a la lactosa en los peques, así como a prevenir las infecciones de las vías respiratorias superiores, como los resfriados comunes.
Puedes ofrecer los probióticos a tus hijos a través de suplementos, consultando previamente a su pediatra, o bien de manera natural en alimentos como el yogur, leches y quesos blandos fermentados (como kéfir o requesón), y algunos jugos o cereales que han sido adicionados.
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