Su bebé no paraba de llorar, su esposa estaba lejos y de pronto se le ocurrió la idea de darle una camiseta de su mamá para intentar calmarlo. Y como por arte de magia el pequeño de de tres meses, deja de llorar con la prenda. El llanto del pequeño se acabó cuando pudo oler la ropa de su madre, a la que era evidente que extrañaba ya que llevaba varios días fuera de casa.
"Un amigo mío me sugirió le pusiese cerca una camiseta de su madre para que pudiera reconocer el olor y calmarse. ¡No tenía idea de que fuera a funcionar tan bien! Espero que este vídeo sea lo suficientemente compartido para ayudar a otros padres en la misma situación', escribió el padre.
Esto demuestra que los bebés nacen conociendo el olor de sus madres gracias al líquido amniótico y tienen un olfato muy desarrollado precisamente para asegurarse el alimento, vienen preparados con un instinto de supervivencia que se aferran al olor de su madre como si de eso dependiera su vida.
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