Después de los hermanos, los primos son el primer acercamiento a la socialización y los primeros compañeros de juegos de muchos niños, eso sin hablar de los peques que son hijos únicos y los primos se convierten en sus hermanos.
La relación de los primos es, en muchos casos, la primera amistad y son los pequeños más cercanos a nuestras actividades. Con ellos aprendemos a relacionarnos más allá de las puertas de nuestra casa y más allá de las normas diaria. Ellos también ayudan a fomentar la imaginación mediante el juego.
Además son parte del desarrollo y socialización ya que con ellos se aprende a compartir, a resolver conflictos, a pedir perdón, a escuchar, a curar heridas, a buscar tesoros, a conocer la naturaleza y el entorno por medio de la exploración y a obtener una sabiduría emocional gracias a la conexión tan especial como la que se establece entre los hijos de hermanos.
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