La intolerancia a la lactosa en los pequeños es una afección que suele presentarse al final de la niñez y al principio de la edad adulta; sin embargo, puede llegar a manifestarse desde que son bebés debido a la facultad de digerir la lactosa, un azúcar presente en la leche de todos los mamíferos, incluyendo la leche materna.
La intolerancia a la lactosa ocurre cuando tu bebé es incapaz de producir una enzima llamada lactasa, por lo que cuando la consumen pueden manifestarse algunos síntomas a los que debemos estar atentos para prevenir futuras complicaciones.
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Síntomas de intolerancia a la lactosa en bebés
1. Su abdomen se siente duro y tiene dolor
2. Padece diarrea acuosa y fétida (incluso con sangre) después de las tomas
3. Vómitos frecuentes
4. Gases
5. Aumento de peso irregular
6. Sarpullido.
Es vital que si reconoces algunos de estos síntomas después de las tomas de tu bebé, acudas con su pediatra lo antes posible para realizar un diagnóstico preciso y el mejor tratamiento, ya que algunos bebés presentan intolerancia a la lactosa de forma transitoria después de una enfermedad gastrointestinal o un tratamiento con antibióticos. Ante ello, lo mejor es seguir las recomendaciones del especialista respecto a su alimentación en lo posterior. No olvides que la intolerancia no es peligrosa con los debidos cuidados.
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