Un acontecimiento que como papás nunca esperamos, es recibir a nuestro bebé sin vida después de su nacimiento. Lamentablemente esto llega a ocurrir en ocasiones, tal y como le ocurrió a una pareja que decidió cuidar a su bebé sin vida por 15 días antes de decirle adiós.
Es muy común que en los hospitales se evite que los padres vean a los bebés que nacieron sin vida, explicándoles que esta medida es la mejor, pues verlos es muy doloroso y que la pérdida se superará más rápido si no lo conocen.
No obstante, hay parejas que han tenido la oportunidad de despedirse de sus bebés, de abrazarlo, hablarle, darle besos y tener tiempo para darle el adiós.
La pareja de la que te contaremos, tuvo la oportunidad de convivir con su bebé como si estuviera vivo por 15 días. A Linsey Bell, de 32 años, le comunicaron que su bebé nacería sin vida debido a un desmayo que ella sufrió.
Después de una hemorragia causada por un desprendimiento de placenta, los doctores decidieron operarla para salvarle la vida. Cuando Lynsey despertó, su bebé ya no estaba en su vientre. Fue cuando decidió que tenía que pasar el mayor tiempo con él para poder despedirse.
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Fue así como el hospital apoyó esta decisión y dejaron que Linsey y su esposo pasaran tiempo con Rory, el pequeño bebé. Ambos decidieron tratarlo como a un recién nacido normal: le cambiaron el pañal, le hablaban, arrullaban y cantaban.
15 días después, el hospital dio de alta a Lynsey. Dejaron que se llevara a su bebé a casa y así pasar la primera y última noche juntos. Aquel día, le leyeron cuentos, los bañaron y le pusieron un pijama, para luego dormir con él en sus brazos.
El pequeño Rory fue enterrado junto a su abuelo. Sus hermanitos mayores, 3 en total, también tuvieron la oportunidad convivir y despedirse de él.
Es muy difícil tomar la decisión de convivir con un bebé no vivo durante 15 días. Algunos opinan que ha sido mucho tiempo. No obstante, para unos padres es más difícil la separación y el proceso de despedida es mucho más lento. Lo que sí es cierto, es que para ellos es más saludable tener la oportunidad de conocer a su bebé y despedirlo, en vez de ocultarlo.
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