Los jugos procesados nos permiten consumirlos en cualquier momento, podemos ingerir nutrientes aunque no sea su temporada, además de ser muy fáciles de almacenar.
Sabemos que durante cualquier proceso al que se someten los jugos, se pueden presentar diferentes factores que los afecten; como la aparición de patógenos que al final nos pueden provocar algún daño y la pérdida de los nutrientes durante la pasteurización.
La mala higiene y el descuido de las personas que elaboran las bebidas, son de gran influencia para los mismos, además la cantidad de azúcar es excesiva y consumirlos con frecuencia podría provocar sobrepeso y obesidad en niños y adultos.
En cambio, aunque el jugo natural tiene riesgos y microorganismos que los rodean, forman parte del mismo, pero los nutrientes son absorbidos de mejor manera, el organismo los utiliza de forma adecuada y no hay modificaciones tan radicales.
los jugos naturales contienen sustancias bioactivas que aportan beneficios en la prevención de diferentes enfermedades, son ricos en vitamina C y minerales, ayudan a mejorar la vista, el trabajo muscular, el corazón, el funcionamiento renal e intestinal.
Cuando consumimos jugos, la piel, las uñas y el pelo lucen más sanos y aumentan las defensas del cuerpo.
Así que ya lo sabes, la mejor opción es elaborar tus propios jugos con distintas frutas y verduras que aparte de refrescar, ¡ayudarán a mantener una buena salud!
En la Redacción de Padres e Hijos
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