viernes, 7 de julio de 2017

7 tips para ayudar a la “bajada de leche” después de una cesárea

Normalmente, la leche debe subir entre 30 y 72 horas después del parto, independientemente de que haya sido natural, inducido o por cesárea. Esto ocurre por que la progesterona baja y empiezan a subir los niveles de prolactina, la hormona que produce la leche materna.

 

Según los expertos, los casos en los que se complica el inicio de la lactancia en los partos por cesárea no es en sí por el procedimiento, sino por los protocolos hospitalarios que se llevan a cabo. Y comentan que el primer motivo que puede influir es la separación de la madre y el bebé que se da incluso por períodos prolongados. Lamentablemente, en las dos primeras horas aproximadamente después de nacer, los bebés entran en letargo, y lo que normalmente se hace es amamantarlos y luego dejarlos dormir profundamente. Pero si el bebé entra en letargo, ese período de somnolencia absoluta, y se duerme sin haber amamantado, ese sueño puede prolongarse y cuando despierte estará algo confuso y se saltó algo que necesitaba por instinto, pero sin poder hacer nada. Otro gran problema es que el primer alimento que le dan es a través del biberón, por el tiempo de recuperación de la madre, ya que en el caso de la cesárea puede tener menos movilidad y sentirse adolorida. Te damos unos consejos que pueden ser realmente útiles para que tu lactancia sea exitosa, aún después de la cesárea.

 

Pon al bebé en el pecho desde el primer momento.

 

Utiliza cojines de lactancia que te podrán ayudar sin hacerte daño en la herida.

 

Busca consejos sobre las mejores posturas para evitar molestias con la herida y sobre todo que favorezcan la succión para que la bajada de leche se dé más rápidamente.

 

Deja que el bebé succione hasta que la leche fluya con facilidad.

 

Evita que después de la cesárea te separen de tu bebé.

 

Si tienes dolor, toma calmantes que tu médico te recete y sean compatibles con la lactancia ya que el dolor puede dificultar la subida de leche.

 

Mantente tranquila y relajada, la fatiga y el estrés afectarán a la producción de leche.

 




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