viernes, 3 de marzo de 2017

Cosas que no resultan tan ciertas y se les dice a ¡todas las mamás primerizas!

Seguramente te dijeron alguna y muchas veces no es que sean mentiras, sino que todas somos diferentes y lo que a una le funciona, a ti no.

 

Duerme cuando el bebé tome la siesta

Es verdad que debes aprovechar cualquier momento para dormir, el problema es que no siempre podrás dormir en cada siesta, pero también es el mejor momento para bañarte, comer algo, arreglar algo y cuando decides que puedes recostarte un rato, tu peque ya despertó.

 

Si amamantas, recuperarás tu figura inmediatamente

Lamentablemente esto no es del todo cierto y no les pasa a todas. Mientras que para algunas alimentar puede hacer bajar de peso con rapidez, no todas nacemos con el regalo de un excelente metabolismo. También hay casos que lactar nos convierte en un felino hambriento y comemos de más.

 

Disfruta a tu bebé. ¡El tiempo vuela!

Es verdad, cuando menos lo esperas ya estará caminando o yendo al colegio, pero también es un hecho que cuando duermen poco, ¡las noches son eternas! O hay días en que te sientes muy cansada y parece que no acaba.

 

Amamantar es  lo más hermoso

Sabes que es el mejor alimento para tu peque y por eso tu mejor inspiración son esas fotos de revista. Pero no, debes aprender a hacerlo correctamente porque puede ser doloroso, incómodo, pueden aparecer grietas y sobre todo es un trabajo muy absorbente. Debes armarte de paciencia y listo, ¡podrás disfrutarlo!

 

Los primeros meses de vida del bebé son los mejores

Claro que lo son, pero también son los más difíciles. Muchas mujeres lidian con depresión postparto o pasan por un agotamiento extremo que jamás han sentido. Aunque claro, todo se olvida con ver sus sonrisas y su linda carita. Y no te sientas mal si a veces crees que no lo estás haciendo bien o no eres tan buena mamá como deberías.

 

Con el tiempo todo se hace más fácil

Esta es una mentirilla piadosa que dicen muchas mujeres que ya tienen más hijos y es que conforme pase el tiempo te vuelves más segura de hacer algo, pero siempre hay retos por resolver y cada etapa representa nuevas cosas por aprender, como los primeros pasos, dejar el pañal, hablar, etc. Así que no es que se haga todo más fácil, más bien te haces más experta.

 






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