La leche materna es una de las principales fuentes de vida y es resultado de un proceso de evolución de miles y miles de años, por lo que es algo único, valioso y especial. De ahí la importancia de preservar la lactancia para los bebés, ya que aporta nutrientes que son prácticamente imposibles de imitar o reemplazar.
Entre los nutrientes que contiene la leche materna y que aporta a los bebés están vitaminas, anticuerpos, hormonas, hidratos de carbono complejos y más de 200 diferentes tipos de moléculas de azúcares, por ello es imposible replicar tal cual, además de que si se fabricara alguna clase de fórmula sería extraordinariamente cara e imposible que tuviera todos esos nutrientes.
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La leche materna tiene una enorme capacidad para cambiar su composición química, ya que aporta las grasas y proteínas necesarias para los bebés conforme crecen y tienen nuevas necesidades, siendo pilares de su crecimiento, desarrollo, defensas contra enfermedades y otras tantas funciones indispensables para vivir.
Entre los nutrientes que ayudan a fortalecer su sistema inmunológico y defensas contra enfermedades, por mencionar algunos, podemos encontrar en la leche materna:
1. Oligosacáridos. Un tipo de azúcares que evitan la unión de los patógenos a las mucosas.
2. igA secretora. Es la principal defensa en la leche materna y pasa del cuerpo de la mamá a los bebés en la lactancia.
3. Lactoferrina. Proteína indispensable en la protección del recién nacido frente a los microorganismos.
4. Inmunoglobulinas. También llamadas anticuerpos, son proteínas capaces de unirse y reconocer estructuras contra las que están dirigidas.
5. Carnitina. Es esencial para el metabolismos de los ácidos grasos de cadena larga.
6. Nucleótidos. intervienen en la síntesis de proteínas, absorción de grasas y en numerosos factores de crecimiento.
7. Caseína. Constituye el 40 % de las proteínas totales y tiene funciones inmunomoduladoras.
Además de los anteriores nutrientes, en la leche materna encontramos minerales como el calcio, magnesio, potasio, fósforo, cloro y sodio, además de las vitaminas A, E, D, K y del grupo complejo B. Como verás, por estos y otros innumerables nutrientes, es la mayor fuente de vida para los bebés e imposible de igualar.
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