Ser mamá potencia tus sentidos

Ser mamá es una de las mejores etapas en la vida de toda mujer, tanto por llevar y recibir a un nuevo ser en este mundo, como por la manera en que el mundo se devela ante sus propios ojos. Podrá sonar extraño, pero se develan las cosas de otra manera; se aprende a ver la vida de otra manera e incluso hasta los sentidos se desarrollan.

 

Nunca se vuelve a ser la misma persona después de un embarazo. Todos los cambios, físicos, mentales y emocionales, causan que los cinco sentidos se desarrollen de una manera particular gracias a los cambios hormonales. ¿Cómo cambian los sentidos? Aquí un a muestra.

 

Vista. La capacidad de observación aumenta y sólo una mamá es capaz de identificar ciertos detalles (en relación con su bebé) que para los demás son casi imperceptibles.

 

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Olfato. Ese característico olor de los bebés tiene una función muy particular en el cerebro de una mujer, de una mamá, a partir de lo cual existe una especie de aumento que genera la exacerbación de ciertos aromas. Esto sucede particularmente desde la gestación.

 

Oído. La capacidad auditiva se agudiza en gran medida, debido al estado de alerta y cuidados que se deben tener con los pequeños, ya que sus sonidos son (al inicio) la mejor forma de comunicarse con mamá. Ellas son capaces de captar el más mínimo sonido de sus bebés.

 

Gusto. Este sentido se potencia desde el embarazo y hasta después del parto, ya que las hormonas generan cambios que determinan nuevas o anteriores preferencias por ciertos alimentos.

 

Tacto. Desde el primer toque con su bebé, una mamá aprender a reconocer cada detalle de su cuerpo, en su piel, y esta sensación puede ser muy placentera tanto para ella como para su peque. Por ello es importantísimo que exista el contacto físico entre ambos.

Pero no sólo los cinco sentidos de una mujer se agudizan, sino también la intuición, llamada también el sexto sentido. Se trata de esa capacidad de prácticamente saber si ha sucedido algo incluso sin usar alguno de los otros sentidos. Este sentido también aumenta gracias al vínculo que se forma con el bebé. ¡Ahora ya lo sabes, ser mamá sí es un verdadero cambio para toda la vida!

 

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