Con la creación del ultrasonido, las mujeres pudieron tener un acceso más rápido a ver y conocer más sobre su bebé. Poco a poco esta tecnología fue cambiando y del clásico 2D evolucionó al 3D, 4D e incluso 5D.
En este último caso, la ecografía 5D es similar al 4D sólo que cuenta con imágenes tridimensionales en movimiento y tiene un software de tratamiento de la imagen volumétrica con el que se obtiene mayor resolución, mayor nitidez, e incluso se establecen tonos de sombras que dan un aspecto más realista a la cara del bebé, además mejora la visualización de estructuras anatómicas sutiles y complementa a la ecografía 2D para diagnosticar anomalías. Se puede realizar en todos los trimestres, pero las mejores imágenes se obtienen entre las semanas 24 y 30.
Por ello, un estudio realizado por Ecodadys descubrió que la mitad de las embarazadas prefieren conocer el sexo de su bebé a través de ultrasonidos en 5D y 4D debido a la seguridad que ofrece las imágenes en alta definición, lo cual permite conocer el sexo del bebé con mayor calidad que con otros ultrasonidos.
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