"Venga, dale un beso" me decía mi madre cuando era pequeña, mientras yo me agarraba a sus piernas intentando eludir el momento. "No debes ser maleducada, hay que saludar", insistía hasta que conseguía que le diera un beso a ese tío del pueblo que veía una vez cada dos años, que me resultaba un total extraño y además me pinchaba con la barba.
Lee el articulo completo en: GuiaInfantil.com
via http://www.guiainfantil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario