Además del gran cariño que sentimos por nuestros hijos, el cargarlos tiene grandes beneficios para ellos, los hace pequeños más equilibrados, atentos y sensibles y los abrazos nunca son demasiados.
Cargarlo forma la base de un desarrollo sano y el contacto es súper importante y necesario durante los primeros meses de vida de los bebés. El contacto ayuda a formar un vínculo fuerte entre la mamá y el bebé, así que los pequeños crecerán mejor, su cerebro recibirá más energía y se desarrollará con mayor eficiencia.
Además, el tacto forma la personalidad de los niños y su percepción del mundo y varios estudios han comprobado que los bebés a los que cargan mucho, crecen más equilibrados, con un mejor atención y sensibilidad, en cambio, los bebés que casi no los cargan, crecen en un estrés constante.
También se ha comprobado que el contacto físico es bueno para la mamá ya que cuando carga a su bebé, el organismo produce la hormona que estimula la lactancia y la relaja. Así que recuerda que los bebés no piden los brazos, los necesitan, y los abrazos nunca son demasiados, es la mejor forma de expresar el amor y no se “embracilan”, ya que se ha comprobado que traerlos en brazos, no tienen ninguna consecuencia negativa, ¡al contrario!
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