La Sociedad Americana de Infertilidad reveló que el estado emocional de la pareja es muy importante en el proceso de los tratamientos para buscar un embarazo. Las mujeres con altos niveles de ansiedad o depresión ovularon un 20 por ciento menos, sus óvulos fecundaron un 30 por ciento menos y fueron un 20 por ciento más proclives al aborto que las mujeres que estaban por debajo de estas cifras.
Los especialistas comentan que la imposibilidad para concebir hijos no es sólo una dificultad de orden biológico ya que hay características particulares de cada pareja o paciente, que tienen que ver con su historia, sus deseos, sus ideales o creencias, los malentendidos en la relación de pareja, la depresión y los duelos no elaborados, entre otros factores psicológicos.
De acuerdo a estudios internacionales, el estrés y la ansiedad son factores psicológicos que aparecen en el 90 por ciento de las parejas que se someten a tratamientos de reproducción asistida y que pueden ejercer un efecto negativo, es decir, la capacidad de gestación.
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