Cuando hemos decidido ser mamás, debemos tomar ciertas medidas y precauciones para mantenernos saludables, pues el embarazo es una etapa llena de alegrías y satisfacciones, pero también de muchos riesgos si no nos cuidamos adecuadamente.
Uno de estos riesgos es la placenta previa, que es cuando la placenta se encuentra muy cerca del cuello uterino y obstruye de manera parcial o total su abertura. Debido a que la zona inferior del útero se adelgaza, la parte de la placenta situada en el cuello uterino comienza a sangrar.
Este problema se presenta comúnmente dentro del tercer trimestre del embarazo, etapa en que se debe tener un mayor control para evitar consecuencias como crecimiento fetal retardado, defectos congénitos, implantación anormal de la placenta o un nacimiento prematuro.
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Todavía no se sabe con certeza qué causa la placenta previa, sin embargo hay factores que pueden influir en este padecimiento: embarazo después de los 35 años, tabaquismo, cicatrices en el útero causadas por cirugías de útero anteriores al embarazo, útero con fibromas o quistes, embarazo múltiple o antecedentes de placenta previa.
Para detectar la placenta previa, no dejes de hacer tus estudios a tiempo. Así cuidarás de tu salud y de la de tu bebé.
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