El calor puede ser una de las mayores incomodidades durante el embarazo, debido a los cambios hormonales y aumento de peso. Además, en época de temperatura alta es más común que se presenten padecimientos como infecciones urinarias, estreñimiento, inflamación y deshidratación.
La mejor manera de reducir las molestias por el calor es a través de una dieta rica en alimentos hidratantes y un mayor consumo de líquidos. Cabe recordar que por lo general tu cuerpo requiere alrededor de 2 litros diarios de líquidos, pero durante el embarazo deberás consumir uno o dos vasos más de acuerdo con tus propias necesidades.
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En cuanto al tipo de dieta contra el calor, se recomienda consumir todos los días algunos alimentos ricos en agua. De acuerdo con sus propiedades y contenido de agua, los más recomendados son las hortalizas (hasta 95% de agua) seguidas de la frutas (hasta 90%), el yogur (86%), el pescado blanco (82%) y, en quinta posición, los huevos (75%).
Es importante tratar de incluir en tus alimentos verduras y frutas de temporada, pues aportarán más nutrientes y estarán más frescas. También se recomiendan las infusiones o tés helados, lo más naturales posible y sin cafeína o endulzantes.
Los alimentos que menos agua aportan son las galletas, arroz y una buena cantidad de legumbres; sin embargo, no olvides que tener una alimentación balanceada es vital para un embarazo saludable. La clave está en la forma en que puedas combinar estos alimentos para que siempre te mantengas fresca e hidratada frente a las altas temperaturas.
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